Hoy las latas de conserva están presentes en la dieta de todos los españoles y familias de distintas partes del mundo. Pero, hace algunas décadas atrás parecía impensable tener en casa un alimento que pudiera durar años, sin dañarse y mejor aún, preservando todas sus propiedades como si estuviese fresco.
Todo esto es posible gracias la invención de las latas y tarros para conservas, en caso de que no tengas idea de cómo fue que se inventaron, aquí te contamos toda la historia.
Antecedentes históricos de las latas y tarros para conserva
En la invención de las latas y tarros de conservas la guerra tuvo un papel crucial, la clave de todo fue la búsqueda de un método de conservación que permitiera proveer a los soldados alimentos saludables, de calidad y que pudiesen mantenerse sin necesidad de procesos como la salazón.
Este último era el más utilizado en el siglo XVIII y no garantizaba una prolongada duración de los alimentos, además de que, no resultaba del todo saludable.
Será precisamente a finales del siglo XVIII cuando Nicolas Appert, un confitero de origen francés creó un innovador método de conservación que a pesar de su simplicidad, permitía que los alimentos duraran por mucho tiempo. La esencia de este proceso de conservación era introducir algún alimento en un tarro de cristal, para luego cerrarlo de forma hermética.
Posteriormente este envase de cristal era sometido a altas temperaturas, hirviéndose, a través de este método los microorganismos eran eliminados y esto permitía que los alimentos duraran. Además de que ayudaba a que su sabor se conservara.
Appert no solo creó este método de conservación, sino que también abriría una fábrica, dicha fábrica sería la encargada de suministrar los alimentos a los soldados durante los años de guerra.
Básicamente con la invención del método de conservación, surge la idea de utilizar los tarros de cristal para su almacenamiento, ¿qué pasa con las latas?, ¿también surgieron en la misma época?, te comentaremos los detalles.
Philippe de Girard y la invención de las latas para conservas
No sería hasta unos años después, cuando otro francés buscaría también la forma de lucrar con el método de conservación de Appert, el objetivo de este era encontrar la forma de perfeccionar los recipientes de almacenamiento de los alimentos.
Peter Durand será el socio de Girard, quien se trasladó hasta a Londres con el objetivo de sustituir los clásicos tarros de cristal usados para las conservas, por envases más prácticos, resistentes, sí, nos referimos a las latas elaboradas en hojalata.
El resultado fue exitoso, tanto así que en 1811 el francés Philippe de Girard tomará la decisión de vender la patente del invento de las latas a Bryan Donkin. A este último le tomaría solo dos años crear una exitosa fábrica de latas de conserva, la primera y más exitosa para el momento.
Donkin pasaría a la historia como el mayor proveedor de latas de conserva de la marina británica, gracias a que Joseph Banks, un inglés muy reconocido, probó una conserva en lata que tenía dos años almacenada y dio la certeza de que conservaba su frescura y sabor.
Para 1821 la fábrica de conservas en lata de Donkin había cerrado, pero este no fue el fin de este tipo de envases, por toda América y Europa surgieron otras fábricas similares.
Datos de interés sobre el origen de las latas y tarros para conservas
Además de todos los detalles que te hemos explicado sobre las latas y tarros para conservas, consideramos importante que conozcas algunos datos de interés, como los siguientes:
- Las primeras pruebas para conservar alimentos en latas que realizó Appert fueron con carnes, salsas y verduras.
- Appert fue el fundador de la primera fábrica de conservas en todo el mundo y dio un importante paso para la industria conservera.
- Pasteur, a mediados de 1864, explicó científicamente y perfeccionó el descubrimiento que Appert realizó. Con esto obtuvo el proceso que hasta hoy se conoce como pasteurización.
- Appert recibió una recompensa de 12 mil francos de parte de Napoleón, por permitir que su invento fuese publicado en un libro.
- Las primeras latas de conservas comercializadas en tiendas inglesas, llegarán al mercado en 1830.
- Aunque las latas eran un buen método de almacenamiento, surgía el problema de que eran difíciles de abrir, esto se resolvió en 1855 con la invención del abrelatas, de la mano del británico Robert Yeats.
El origen de las latas y tarros para conservas es simplemente fascinante, y actualmente, después de 2 siglos, siguen siendo imprescindibles para la conservación de alimentos.
¿Qué motivó a Nicolás Appert a crear el método de conservación?
Durante la guerra, en Francia la prioridad era alimentar a las tropas, pero la duración de los alimentos era un problema. Es por eso que Napoleón Bonaparte ofreció una recompensa a quien pudiese crear un método de conservación más efectivo y seguro que la salazón.
Básicamente de esta recompensa y de la necesidad derivada de la guerra, surgirá la inspiración necesaria para que Nicolás Appert creará tan exitoso método de conservación de los alimentos.