En España, la industria conservera es muy antigua, esta llega al territorio de la mano de los fenicios. Gracias al intenso comercio que se llevaba a cabo con Cartago y Roma, contar con medios de conservación de los alimentos, era una necesidad, por supuesto, era un proceso muy rudimentario, no se habían creado las primeras cerradoras de latas de conserva.
En la actualidad, la conserva sigue siendo fundamental, pero, desde la invención de la primera hojalata en 1731, las cerradoras de latas de conserva han sufrido cambios importantísimos, y hoy más que nunca son vitales en el sector de la industria alimentaria.
Con el término conserva, se define al proceso en el cual, los alimentos son sometidos manipulación con el objetivo de prolongar su duración. La idea es que el alimento en cuestión pueda durar más tiempo almacenado, pero sin perder su frescura, calidad y valor nutricional.
Este método de conservación es uno de los más antiguos, cuando las cerradoras de latas de conserva, aún no estaban en el mercado. El agua que los alimentos contienen es una de las principales causas de la descomposición de estos.
Cuando algún alimento es sometido a un proceso de deshidratación la mayor cantidad de agua es eliminada, reduciendo así las posibilidades de que este se descomponga.
Estos métodos también son utilizados desde hace mucho tiempo, en general es un proceso en el cual se agrega sal al alimento, en general carnes, como la del pescado, para prolongar su duración. Cuando se agrega la sal, además de evitar que los gérmenes proliferen, también se produce un secado del alimento en cuestión.
Esta es la técnica de conservación de alimentos más usada en la época actual, debido a que resulta muy útil y versátil, ya que, funciona con casi cualquier tipo de alimento. Cuando un alimento es enlatado, estos son cerrados al vacío, esto da garantía de que el proceso de descomposición del alimento se hará en un tiempo prolongado.
Gracias al proceso de envasado al vacío, que se usa en casi todas las máquinas cerradoras de latas de conserva, se elimina el oxígeno del recipiente en cuestión. Logrando que cualquier organismo sea eliminado, lo que reduce el proceso de descomposición de los alimentos.
En cuando al embotellado, el proceso es similar al del envasado al vacío, pero, en este caso, los alimentos en cuestión son colocados en botellas u otro tipo de envase de vidrio, y no en latas.
En la industria de alimentos modernas, todo el proceso de llenado y cerrado de las latas es automatizado. Y es que en el mercado actual existe una gran demandad de máquinas llenadoras y cerradoras de latas de conserva, que optimizan el proceso de producción de alimentos enlatados.
Fanser, en referente en Murcia en todo lo referente a la fabricación, reparación y venta de máquinas cerradoras de latas de conserva, ofreciendo una variada gama de modelos que se adaptan a las necesidades de sus clientes.
Una máquina cerradora de latas, es aquella que como su nombre hace referencia, se encarga de hacer el encierre del bote, lata, o envase. Como cierre se denomina al proceso a través del cual se hace un sellado hermético, entre el fondo de la lata y el fondo de la misma.
De acuerdo al tipo de envase de conserva que vaya a ser utilizado, se necesitará de un tipo de cierre específico. Así se pueden encontrar os grandes grupos de cerradoras, por un lado las cerradora de latas irregulares y por el otro las cerradoras de latas cilíndricas.
Casi todas las latas de conserva, poseen forma cilíndrica, es por esto que las cerradoras de latas cilíndricas son las de mayor frecuencia en el mercado. El hecho de que las latas cilíndricas se usen de forma reiterada se debe a que, el proceso de llenad y luego sellado de la alta, es más fácil cuando se trata de una lata cilíndrica.
Las cerradoras de latas cilíndricas se clasifican en dos tipos:
El mayor beneficio de las cerradoras de latas cilíndricas se fundamenta en que este tipo de máquinas ofrecen un cierre uniforme, de la mayor calidad. Sin importar si se hace a bote parado o giratorio.
Cuando se trata de una cerradora de lata cilíndrica a bote parado, se obtiene un beneficio extra, se trata del hecho de que el producto envasado, no se someterá a ningún efecto centrífugo, lo que si suele pasar en las cerradoras de latas cilíndricas a bote giratorio.
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